La isla del tesoro inmaterial

La gente recibe llamadas de teléfono, correspondencia o mensajes por internet, anunciando que ha sido elegida entre miles de candidatos para entrar en el sorteo y ganar la prebenda. Los más expertos y conscientes, no hacen caso y rechazan  esos “cantos de sirena”. Pero siempre hay el ingenuo, poco experto e inmaduro, que pica, como Francesc Antich, que en su primer mandato, o lo que fuere aquello, durante el cuatrienio en el poder autonómico, estuvieron a punto de venderle “una moto europea”, aunque supo, o le hicieron, reaccionar antes de que llegara a implicar a la Familia Real.

   Puede que el inconsistente Antich quedara obnibulado ante el rimbombante nombre de una sociedad procedente de ¡EUROPA!, y representada por un elegante y educado hombre con corbata de nudo perfecto. Quien no se va a fiar de tan caballerosa presencia, y más siendo uno de provincias, o de comunidades autónomas, como es el caso.

 Ahora, el “caballero” ha vuelto a anunciar otro inmaterial premio europeo, y la ingenuidad provinciana ha vuelto a quedar demostrada en la persona de la inmaterial consellera de Cultura, Joana Lluïsa Mascaró; y más cuando le comunicaron que, esta vez, la Sibil·la, puede llevarse el premio gordo y ser convertida en “tesoro de Patrimonio Inmaterial de España”. Dicen que la consellera estuvo a punto de gritar ¡VIVA ESPAÑA!, al enterarse de que le podría tocar lo del sorteo patrimonial inmaterial. Luego, se supone que por consejo de personas solventes, la inmaterial consellera Mascaró enfrió los ánimos. 

Ya sabemos que a la inmaterial consellera del PSM le impresionan las propuestas inmateriales, siempre que se hagan desde un elegante “Bureau” internacional que se ofrece para convertir Mallorca en la Isla del Tesoro Inmaterial. Claro que cuando todo esté a punto y le digan “vale tanto”, puede que conteste: “no hi ha pressupost!”, que para eso sí que vale.

(Article publicat en el dominical d'Última Hora)