El Museo pobre
Joan Pla
Hoy, 9 de octubre de 2008, la ciudad de Palma tendrá otro museo de categoría internacional. Me refiero al Museo del Humor en el que, según los estatutos de su padre y fundador, Pep Roig, sólo funciona un veto, a saber: se prohíbe la entrada a todo aquel que prohíba la entrada de otro, sea cual sea su cultura, su lengua, su nacionalidad, su partido, su periódico preferido, su raza y su religión. Este Museu de l’Humor que hoy se presenta en público, con una mano delante y otra detrás, “sencillo de equipaje como los hijos de la mar”, será conocido como el museo pobre de Mallorca, en contraste con el museo rico, que es el d’Es Baluard. Por no tener, ni siquiera tiene un local, aunque no le faltan las promesas del poder vigente. En buena lógica y en puro humor, cabe suponer que los políticos y los pudientes del momento no son demasiado proclives a subvencionar y a prestar ayuda al humorista cabal, esto es, al que los critica y los deja con el culo al aire por sus chanchullos y corruptelas. David y Goliat, la vieja historia de humor bíblico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario